La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.
J.L. Borges
Para Borges, el universo es una gran biblioteca. Hace treinta años que Umberto Eco dio forma al suyo, en el centro de una abadía benedictina, ubicada al norte de Italia. La Abadía del Crimen fue el primer titulo que se le ocurrió para la novela, pero lo descarto rápidamente, porque centraba la atención del lector en la intriga policial y eso hubiese hecho mas difícil disfrutar de los muchos niveles de lectura que se esconden en el texto.
El protagonista, Guillermo de Baskerville, es convocado por Abbone da Fossanova, abad del monasterio en cuestión, para que investigue y resuelva el misterio que circula en torno a la muerte de uno de sus monjes.
A partir de allí las cosas solo se complican. Los asesinatos se multiplican y la trama deja entrever que los conflictos políticos de la época tienen mucho que ver en lo que sucede en ese pequeño universo en el que se mueven los personajes. La historia está plagada de citas de autores medievales que no son imprescindibles para el buen entendimiento y el seguimiento de la trama. Esa característica la convierte en una novela abierta con tres o cuatro niveles de lectura. Según Eco, los lectores de segundo nivel captan la referencia, la cita, el juego y por lo tanto la ironía en ella, mientras los lectores más ingenuos pueden disfrutar a un nivel mas básico sin necesidad de entenderlas. La obra puede ser leída varias veces y en cada una de llas se encontrará algo nuevo.
Cuando fue publicada, El nombre de la Rosa, contó con una gran aceptación por parte de la crítica. En la actualidad es considerada por algunos como la novela cultural mejor lograda de la historia.
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