En 1969, una llamada anónima a la emisora WKNR-FM de Michigan inició la leyenda: el oyente aseguraba que
Paul McCartney había muerto en un accidente de tránsito el 9 de noviembre de 1965, y que había sido reemplazado por un doble durante los siguientes tres años. ¿
Las pruebas a tal aparente ridiculez? En los propios discos de
The Beatles, en sus portadas, en sus letras y hasta en mensajes subliminales que podían ser oídos con claridad si uno pasaba el vinilo del reverso.
Según
el rumor, ese día McCartney había discutido con el grupo y había abandonado el estudio a toda velocidad a altas horas de la madrugada. Pasó un semáforo en rojo e impacto contra un camión, con tal violencia que fue decapitado. En plena fiebre
beatle y con suficiente capital, el grupo compró la noticia y sobornó a los periódicos para que nada trascendiera.
Quienes primero se burlaron de la idea, borraron sus sonrisas al descubrir ciertas pistas que
Los Cuatro (¿o los tres?)
de Liverpool habían dejado dispersas en los discos. En la época el rumor se divulgó por la radio, con programas especiales y distintos trabajos que intentaban probar que Paul McCartney había sido reemplazado por William Shears Campbell, un policía de Canadá con un extraordinario parecido al
beatle supuestamente fallecido.
Todas
las preguntas son comprensibles: encontrar a una persona parecida a otra es fácil, pero... ¿bajista, con extraordinaria voz y talento musical, y zurdo?
Se dice que Campbell no sabía tocar el bajo y era diestro, por lo que le enseñaron a tocarlo con la zurda. Curiosamente,
The Beatles pasó seis meses hasta sacar un nuevo álbum (largo período teniendo en cuenta su producción incansable), y dejó de hacer presentaciones en vivo. En los
videoclips posteriores a la fecha del accidente, McCartney tiene una notable cicatriz en el labio, producto quizás de una cirugía plástica. Puede apreciarse con claridad
aquí, en el minuto 0:46.
Las pruebas abundan por todas partes y cobran fuerza a medida que uno deja de lado el escepticismo e intenta creerse por un rato la leyenda urbana.
El disco
Sargeant Pepper's Lonely Hearts Club Band (primero en salir tras el accidente) da incansables pruebas desde la portada. Un funeral plagado de gente famosa, las flores amarillas que escriben claramente "
PAUL?" al tiempo que dibujan un bajo para zurdo; la mano sobre la cabeza de McCartney(símbolo de muerte en muchas culturas, y que se repite en álbumes como
Yellow submarine); y un cuanto menos ingenioso y curioso mensaje en el bombo central: si uno coloca un espejo de forma transversal en la mitad de la frase "
LONELY HEARTS", puede verse la siguiente imagen:
IONEIX podría referirse a la fecha del accidente (en inglés la fecha se escribe al revés: 11-9, nueve de noviembre) y HE DIE, es más que elocuente. Que el rombo apunte directamente a McCartney, ¿una nueva coincidencia?
Letras de algunas de las canciones dicen cosas como: "Apagó su mente en un auto, no se dio cuenta que las luces habían cambiado" (
A day in the life); "Miércoles a las cinco de la mañana, cuando el día comienza", supuesta hora en la que se lo declaró muerto, en
She's leaving home. Esta misma frase es señalada por George Harrison en la contratapa del disco. ¿Más curiosidades? La frase está superpuesta sobre la cabeza de McCartney, y Harrison la señala con un sexto dedo, nueva señal de desgracia en diferentes culturas. La canción que abre y le da nombre al disco nombra a Billy Shears (¿Campbell?) como el cantante que el público va a escuchar a continuación.
Si las pruebas parecen forzadas tanto en este álbum como en
Magical Mystery Tour, el
Álbum Blanco pretende reflotar el mito: al final de
I'm so tired, John Lennon pronuncia una frase, que escuchada de reverso, claramente afirma: "
Paul is dead man. Miss him, miss him (Paul está muerto, extráñenlo)". También se pueden escuchar con claridad este tipo de frases e incluso ruidos de accidentes si se escucha del revés el track vanguardista
Revolution 9, de casi treinta minutos de duración.
Por último,
Abbey Road simula un funeral, donde Paul, que camina descalzo, es el difunto; John Lennon de blanco, el sacerdote, Harrison el sepulturero y Ringo Starr el deudo. McCartney lleva el paso cambiado, y un cigarrillo en la mano... derecha. La patente del auto de atrás: 28IF. 28 Si... Paul McCartney viviera.
Musicólogos argumentaron que la voz de McCartney y su técnica con el bajo diferían notoriamente desde 1966 en adelante con la primera etapa beatle. Todo esto no hacía más que incrementar las dudas y el mito.
Si se convenció de que esto es posible, aún no devuelva su entrada para ver al farsante que emula al ex beatle. Si bien las pistas abundan, también es cierto que la propia paranoia de los fans las alimenta. Seguramente, los Beatles dejaron tocar y aparecer en vivo tal como lo anunciaron, sólo porque buscaban más trabajo de estudio. La cicatriz de McCartney tal vez sólo se debe a un accidente de moto que tuvo un mes después de su supuesto fallecimiento, y que sí salió en los diarios. Quizás la noticia no salió ese miércoles porque simplemente no existió y todo fue una jugada maestra de una banda que trascendió mucho más que por su música, y que a cuarenta años de haberse disuelto, sigue regalando cosas que sorprenden. John Lennon era un fanático de las teorías conspirativas y de la resolución de este tipo de misterios, y muchos atribuyen el mito a su propia autoría y genialidad.
McCartney celebrará el 45° aniversario de su propia muerte con dos recitales en River. Más de cien mil personas tendrán el privilegio de verlo tras de 17 años de su última visita a Argentina, cantando memorables melodías de
The Beatles,
Wings, y su carrera solista. Para quienes no consiguieron su entrada, sólo les queda el consuelo de pensar que a lo mejor se trata de un simple ex policía de Canadá, llamado William Shears Campbell. Y que escribió canciones como
Hey Jude,
Live and let die o
Let it be.