El panorama editorial en Argentina se divide en dos grandes campos: Las grandes editoriales como Planeta, Sudamericana, Emece, entre otras; y aquellas, más pequeñas, que si bien no tienen tanto alcance como las primeras, son más de mas fácil acceso para los autores primerizos.
Mariano Valerio, Editor del Grupo Planeta explica que:
En el caso de Editorial Planeta, el autor debe presentar su original, donde será leído y evaluado. Si el manuscrito gusta, la editorial se encarga de publicarlo en forma gratuita, e incluso le paga al escritor un diez por ciento del precio de tapa. Hay quienes opinan que el visto bueno se le otorga a aquellos que cuentan con mas posibilidades de vender; y que los ignotos no tienen tantas oportunidades.
El escritor argentino Osvaldo Bayer opina que:
En la mayoría de los casos, los escritores coinciden en que es necesario conseguir un mecenas que “auspicie” la edición del primer libro.
El caso de Fernando Rodríguez, autor de “Esas Cosas tan Claras” no fue diferente:
Las editoriales de autor, son accesibles y representan una muy buena opción para quienes quieren editar su material. “De los Cuatro Vientos” es una de ellas, el precio a pagar esta sujeto a la cantidad de páginas que tiene el manuscrito y a la cantidad de ejemplares a imprimir. En general, la opera prima de un autor desconocido, es para repartir entre amigos, familiares, periodistas y gente del medio. Estos últimos con el fin de ver si se tiene alguna repercusión. El libro no sale a la venta hasta que la ultima cuota esta paga.
Actualmente la publicación de un libro, pequeño, ronda en los 5000 pesos. Una suma que no todos los que pretenden vivir de la escritura pueden permitirse. De todas formas, la oferta es amplia y existen una gran variedad de opciones. La elección de la editorial, si bien es un factor de peso, no es determinante a la hora de que un autor desconocido trascienda, ya que el círculo no está cerrado.
1962 es un año de cambios. Ringo Star reemplaza a Pete Best en los Beatles, Fidel Castro es excomulgado por el Papa Juan XXIII y Julio Cortázar publica Historias de Cronopios y Famas. Una obra surrealista, plagada de un humor corrosivo, a veces absurdo y por momentos inocente, caracterizada por un relato distribuido en forma de pequeñas pastillas o viñetas que funcionan como una ventana a una realidad alterna y mágica, pero extrañamente parecida a la nuestra. El libro está dividido en cuatro partes: Manual de Instrucciones, Ocupaciones Raras, Material Plástico, e Historias de Cronopios y Famas.
En la primera parte el autor presenta una serie de instrucciones para realizar los actos más comunes y cotidianos, como subir una escalera, cantar o tener miedo; utilizando una mirada poética que contrarresta el tedio y la fatídica perpetuidad de la rutina.
Ocupaciones Raras, es un compendio de anécdotas hilarantes de una familia poco convencional, entre las que se encuentran Conducta en un Velorio, los Posatigres, y Tia explicada o no.
Material Plástico, es quizás la más onírica y osada de las secciones. En ella, las viñetas, se convierten en pinceladas surrealistas que reflejan la esencia de su creador: Discurso del Oso, que habla del pequeño oso que habita en los caños de las casas o Progreso y Retroceso, que cuenta la historia de cómo fue inventado un cristal milagroso que deja entrar a las moscas pero no las deja salir.
Por la cuarta sección, la que da nombre al libro, pululan tres variedades de seres: Los cronópios, las famas y las esperanzas. Los primeros, según el propio Cortázar, “tienen un poco las conductas del poeta, del asocial, del hombre que vive un poco al margen de las cosas.” Las Famas, por otra parte, son los grandes gerentes de bancos, los funcionarios públicos, las personas que defienden formalmente el orden. En último lugar se encuentran las Esperanzas, que son seres que se encuentran en el medio, influenciadas por los cronópios o las famas. En esta última parte, a través de una sucesión de instantáneas desopilantes en las que estas tres “razas” interactúan, el autor pretende aportar una mirada mordaz, poética y por momentos muy naif de los distintos estratos sociales de la época.
Por esto y por mucho más, Historia de Cronopios y Famas es una de las obras más destacadas de Julio Cortazar y es de lectura casi obligatoria para los fanáticos del género y del autor.
Hace exactamente 70 años, el 9 de Octubre de 1940, las bombas germanas azotaban Inglaterra, en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En la ciudad portuaria de Liverpool, la luz de los ataques iluminaba el camino de Mary Stanley, que se dirigía al Hospital de la Maternidad. Allí, su hermana Julia acababa de dar a luz a un bebé. Mary miró al pequeño, y supo que, más que como su tía, se vería obligada a cuidar de él como una madre. Julia también lo sabía. El niño, aún no. El niño se llamaba John Winston Lennon.
El pequeño John dibuja. Tiene cinco años. La vocación artística aflora desde los albores de su vida. El sufrimiento también: su padre, Alfred, acaba de irse de la ciudad. Su madre ya lo había dejado al cuidado de su hermana, a quien John llama “tía Mimi".
Algunos años después, John Lennon ya escribe. Poesías, poemas. Lee mucho. Ágatha Christie, Edgar Allan Poe. No es un niño normal. Nunca lo fue. Siente que, además, sus profesores deberían notarlo, y por ello tiene una mala relación con sus maestros. Sólo unos pocos lo orientan y contienen. Hasta su tía Mimi tira las poesías que él escribe. “Un día te arrepentirás de haber tirado mis poesías”, advierte John. Visionario. Para 1957, un adolescente Lennon toca la guitarra, regalo de Julia. Su madre le había enseñado también algunos acordes de piano. Toca en el coro de la iglesia, y con su carisma y escasa memoria para recordar las letras de las canciones, sorprende a los creyentes improvisando y modificando los cantos. Tras brindar un show con su banda escolar The Quarrymen, su amigo Ivan Vaughan le presenta a un muchacho zurdo, con grandes cualidades para la música. Se llama James Paul McCartney. Ese encuentro revoluciona para siempre la música moderna.
The Quarrymen, tras incorporar a George Harrison, muta varias veces su nombre hasta llegar a The Beetles. Según John, un duende le dijo que debía reemplazar la “e” del medio por una “a”. Así nace The Beatles: Lennon es líder, voz principal y segunda guitarra; McCartney es el bajista, Harrison la primera guitarra, y Pete Best está en la batería. Luego es reemplazado por Ringo Star. El resto es historia conocida. La vida de Lennon atravesaría nuevamente la tragedia. En el mejor momento de la relación con su madre, Julia Stanley es atropellada por un policía que manejaba borracho. Muere en el acto. John jamás pudo recomponerse del trauma, y exorcizaría su amor por su madre y el dolor por su partida en canciones como “Julia” o “Mother”. Este tipo de golpes, y la genialidad que por momentos lo devoraba, hacían de John Lennon una persona cínica, absolutamente ególatra, pero también de una inteligencia superlativa y muy sensible a las cosas que lo rodeaban.
Mientras se gesta su vida como músico, se casa con Cynthia Powell en 1962, cuando ella queda embarazada. En abril de 1963 nace Julian Lennon. Para entonces, The Beatles empezaba a ser furor, y Lennon no tenía tiempo para ocuparse en demasía de su hijo. Con el correr de los discos, los Beatles crecen en todos los aspectos. Dejan la música pegadiza y comercial (aunque de excelente calidad) y experimentan nuevas formas de componer, influenciados por su genialidad como conjunto y por el toque maestro de George Martin. La droga era sólo un complemento. En 1968 Lennon conoce a la artista plástica japonesa Yoko Ono. En 1970, The Beatles se disuelve, y muchos culpan a la asiática de ser la principal responsable, por su supuesta influencia negativa en John. Sin embargo, la guerra de egos entre los cuatro de Liverpool es el principal causante de la ruptura. Pero Lennon cambió desde su encuentro con Yoko: desde 1968 comienza a promover la paz a nivel mundial. Hasta se quita su segundo nombre, Winston, porque respondía a un homenaje a Winston Churchill, Primer Ministro Británico.
Lennon inicia su carrera solista, que sin ser brillante deja discos y canciones memorables a la paz, el amor y la esperanza. Imagine, Jealous guy, Woman, Happy Christmas o Mother son algunas de ellas. En 1975, nace su segundo hijo, Sean Ono Lennon. Entonces Lennon dice basta: “No intento estar corriendo a veinte mil millas por hora probándome. No quiero morir a los cuarenta”. El mundo de la música le había robado ya el disfrutar de un hijo. Decide dedicarse a criar a Sean. Se aleja de la industria musical. Cuelga la guitarra por cinco años, y en ese lustro jamás la acaricia, según sus propias palabras.
Cosas del destino, Alfred Lennon abandonó a John cuando éste tenía cinco años. El músico, a su vez, se enamoró y dejó de lado a su primera familia en 1968, cuando Julian cumplía cinco años. Sean también perdería a su padre a esa edad. Lennon vuelve al ruedo en 1980 con un disco doble: Double Fantasy. La crítica es buena y el músico está feliz,en plenitud familiar y profesional. Pero el desenlace no fue justo. La tarde del 8 de diciembre, firma un autógrafo a un fan. Se lo firma en una copia de su último disco, y le pregunta a su admirador si necesitaba algo más. Mark David Chapman responde que no. Pero se queda merodeando en los alrededores del edificio.
Lennon vuelve del estudio al anochecer. Chapman sigue allí, pero John no lo ve. Chapman grita: “Mister Lennon”. El músico se da vuelta y recibe cuatro disparos mortales: uno en la cabeza, dos en el pecho y uno en un brazo. Camino al Hospital Roosevelt, un agente de policía le pregunta si era John Lennon, “el de los Beatles”. Con un débil “Yeah”, la misma expresión que lo había llevado al éxito en los sesenta, se despide del mundo. Sobran las paradojas en la vida y muerte del hombre que luchó por la paz, aún habiendo nacido entre misiles. Se fue a los cuarenta años. Como él no quería. Como nadie quería.
Mario Vargas Llosa fue distinguido hoy con el Premio Nobel de la Literatura. El escritor peruano, también nacionalizado español, ya había sido ternado en varias oportunidades. Vargas Llosa comenzó a transitar la fama en la década de 1960, con novelas como La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965), y Conversación en La Catedral (1969) Su obra recorre la comedia, la novela policial, histórica y política. Novelas como Pantaleón y las visitadoras (publicada en 1973) y La tía Julia y el escribidor ( de 1977), fueron adaptadas y llevadas al cine.
Al recibir el premio, Vargas Llosa aseguró que pensó que era una broma, y resaltó el reconocimiento a la Literatura en lengua española. A sus 74 años, la distinción lo ubica en el mismo escalón que otros escritores latinoamericanos que recibieron el Nobel: El mexicano Octavio Paz (1990), el colombiano Gabriel García Márquez (1982), el chileno Pablo Neruda (1971), el guatemalteco Miguel Angel Asturias (1967) y la chilena Gabriela Mistral (1945). Vargas Llosa siempre se mantuvo ligado a la política, y en 1990 fue candidato a la presidencia de Perú por el partido de centro – derecha Frente Democrático. Tras ser derrotado en los comicios, se radicó en España, donde en 1993 obtuvo la doble nacionalidad. Repercusiones La distinción a Vargas Llosa tuvo repercusiones en todo el mundo, especialmente en España. Los principales medios de ese país se hicieron eco de la noticia y celebraron la decisión de la Academia. En determinado momento del día, corrió el rumor de que Gabriel García Márquez se había referido en la red social Twitter a la obtención del premio, aunque horas más tarde la información fue desmentida.
Por motivos que se desconocen, García Márquez y el flamante Nobel están enfrentados hace años. Las principales hipótesis sostienen que el conflicto se basa en diferencias ideológicas, aunque algunos también hablan de envidia de Vargas Llosa y hasta de un problema de polleras. Sin embargo, existe un acuerdo de confidencialidad entre ambos escritores para que no trasciendan los verdaderos motivos de la pelea. Es famosa una foto en la cual García Márquez se muestra con un ojo morado, producto de una trompada de su colega peruano.
La última novela de Mario Vargas Llosa es El sueño del celta, que trata la vida del diplomático británico Roger Casement, quien denunció las atrocidades cometidas en el Congo de Leopoldo II. Se lanzará al mercado el próximo 3 de noviembre en América Latina, España y Estados Unidos.
Janis Lyn Joplin nació el 19 de febrero de 1943 en Port Arthur, Texas; y falleció el 4 de octubre de 1970 en la ciudad californiana de Los Angeles. Sus 27 años sobre esta tierra estuvieron marcados por los excesos, la rebeldía y la música; en la cual se destacó gracias a un talento innato para el canto.
Quienes la conocieron aseguran que siempre fue una chica diferente del resto. Hija menor de un matrimonio de clase media, siempre demandó más atención que sus hermanos mayores, Laura y Michael. Sus padres, Seth y Dorothy, querían que fuera maestra, pero el destino tenia preparado un camino distinto para su hija.
La adolescencia fue una época difícil para Janis, era marginada por sus compañeros de colegio por formar parte del movimiento beat y oponerse a la segregación racial. Su aspecto físico tampoco la ayudó en ese aspecto. Un severo caso de acné facial, un oscurecimiento gradual del pelo yun poco de sobrepeso la convirtieron en el blanco de las burlas de sus pares. Este aspecto se agravó considerablemente cuando llegó a la Universidad, dónde sus compañeros de estudios, la declararon “El hombre más feo del campus” durante un concurso.
Este rechazo la llevó a buscar refugio en la contracultura de la época. Frecuentaba los bares de Louisiana, donde se podía oír música negra. Al igual que su madre,tenía aptitudes para el canto; a los 17 años comenzó a cantar, imitando a distintos músicos del blues y del soul, como Bessie Smith, Tina Turner o Leadbelly. Sus primeras presentaciones fueron en pequeños bares, donde no solo demostró ser una gran cantante, sino también una gran bebedora.
Cuando ingresó en la universidad, como estudiante de bellas artes, comenzó a experimentar con las drogas, adicción que, junto con el alcoholismo, la dejaría al borde de la muerte en más de una oportunidad.
Su vida en el campus llegó a su fin cuando un amigo la llamó para audicionar para una banda de rock psicodélico que se estaba formando: Big Brohter and the Holding Company.
Desde un principio Janis pareció eclipsar al resto de los miembros de la banda, y las presiones ejercidas por su mánager, Albert Grossman, generaron muchas tensiones entre los miembros del grupo, por lo que decidieron separarse luego de su primer disco.
Era dueña de una personalidad fuerte, son muchas las anécdotas que la tienen como protagonista, entre las que figuran haberse agarrado a los botellazos con Jim Morrison o haberse acostado con Eric Clapton, simplemente porque pasaba por ahí.
Fueron muchas las bandas y los músicos con los que se relacionó, tanto profesional como emocionalmente, sin embargo nunca quedó del todo satisfecha. Víctima de un gran número de inseguridades, baja autoestima y un constante sentimiento de soledad, se sumió en una espiraldescendente de alcohol y drogas, intentando escapar de sus demonios.
Por un tiempo logró apartarse de ese estilo de vida; hasta que una noche, luego de un fructífero dia de grabación, salió de copas con unos amigos y decidió probar heroína nuevamente. La dosis fue más pura de lo que ella acostumbraba consumir, conduciéndola a una sobredosis que le causó la muerte, convirtiéndola en una miembro permanente del tristemente célebre club de los 27.
El viernes pasado, y con expectativas de recaudar más de dos millones y medio de pesos, el Banco Ciudad inauguró la primer subasta en Argentina de objetos que pertenecieron a Los Beatles.
Un bajo marca Conrad modelo Hofner Style es el artículo que más cotiza de base: 50 mil pesos. Un dibujo de John Lennon fechado en mayo de 1968 lo secunda en valor monetario, con un piso de 45 mil pesos. Además, cartas de los músicos a sus fans, objetos autografiados por los cuatro de Liverpool, manuscritos de algunas canciones como The fool on the hill o In my life, pósters, fotos y discos de oro y platino obtenidos en las carreras solistas de Los Beatles completan la lista de 144 artículos a subastar.
Sin embargo, no todo lo que se vende es beatle: también hay discos y objetos autografiados por bandas legendarias como Rolling Stones o Kiss, y artistas de la talla de Sting y Frank Zappa.
Los ítems, pertenecientes al coleccionista Raúl Blisniuk, serán subastados el viernes 15 de octubre en el Auditorio Santa María de los Buenos Aires, situado en Esmeralda 660. Aquellos fanáticos que deseen pasar a echar una mirada, pueden hacerlo de lunes a viernes de 10 a 18, y también los fines de semana.