sábado, 9 de octubre de 2010

John Lennon, 70 años después


Hace exactamente 70 años, el 9 de Octubre de 1940, las bombas germanas azotaban Inglaterra, en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En la ciudad portuaria de Liverpool, la luz de los ataques iluminaba el camino de Mary Stanley, que se dirigía al Hospital de la Maternidad. Allí, su hermana Julia acababa de dar a luz a un bebé. Mary miró al pequeño, y supo que, más que como su tía, se vería obligada a cuidar de él como una madre. Julia también lo sabía. El niño, aún no. El niño se llamaba John Winston Lennon.

El pequeño John dibuja. Tiene cinco años. La vocación artística aflora desde los albores de su vida. El sufrimiento también: su padre, Alfred, acaba de irse de la ciudad. Su madre ya lo había dejado al cuidado de su hermana, a quien John llama “tía Mimi".

Algunos años después, John Lennon ya escribe. Poesías, poemas. Lee mucho. Ágatha Christie, Edgar Allan Poe. No es un niño normal. Nunca lo fue. Siente que, además, sus profesores deberían notarlo, y por ello tiene una mala relación con sus maestros. Sólo unos pocos lo orientan y contienen. Hasta su tía Mimi tira las poesías que él escribe. “Un día te arrepentirás de haber tirado mis poesías”, advierte John. Visionario.
Para 1957, un adolescente Lennon toca la guitarra, regalo de Julia. Su madre le había enseñado también algunos acordes de piano. Toca en el coro de la iglesia, y con su carisma y escasa memoria para recordar las letras de las canciones, sorprende a los creyentes improvisando y modificando los cantos. Tras brindar un show con su banda escolar The Quarrymen, su amigo Ivan Vaughan le presenta a un muchacho zurdo, con grandes cualidades para la música. Se llama James Paul McCartney. Ese encuentro revoluciona para siempre la música moderna.


The Quarrymen, tras incorporar a George Harrison, muta varias veces su nombre hasta llegar a The Beetles. Según John, un duende le dijo que debía reemplazar la “e” del medio por una “a”. Así nace The Beatles: Lennon es líder, voz principal y segunda guitarra; McCartney es el bajista, Harrison la primera guitarra, y Pete Best está en la batería. Luego es reemplazado por Ringo Star. El resto es historia conocida.
La vida de Lennon atravesaría nuevamente la tragedia. En el mejor momento de la relación con su madre, Julia Stanley es atropellada por un policía que manejaba borracho. Muere en el acto. John jamás pudo recomponerse del trauma, y exorcizaría su amor por su madre y el dolor por su partida en canciones como “Julia” o “Mother”. Este tipo de golpes, y la genialidad que por momentos lo devoraba, hacían de John Lennon una persona cínica, absolutamente ególatra, pero también de una inteligencia superlativa y muy sensible a las cosas que lo rodeaban.


Mientras se gesta su vida como músico, se casa con Cynthia Powell en 1962, cuando ella queda embarazada. En abril de 1963 nace Julian Lennon. Para entonces, The Beatles empezaba a ser furor, y Lennon no tenía tiempo para ocuparse en demasía de su hijo.
Con el correr de los discos, los Beatles crecen en todos los aspectos. Dejan la música pegadiza y comercial (aunque de excelente calidad) y experimentan nuevas formas de componer, influenciados por su genialidad como conjunto y por el toque maestro de George Martin. La droga era sólo un complemento.
En 1968 Lennon conoce a la artista plástica japonesa Yoko Ono. En 1970, The Beatles se disuelve, y muchos culpan a la asiática de ser la principal responsable, por su supuesta influencia negativa en John. Sin embargo, la guerra de egos entre los cuatro de Liverpool es el principal causante de la ruptura. Pero Lennon cambió desde su encuentro con Yoko: desde 1968 comienza a promover la paz a nivel mundial. Hasta se quita su segundo nombre, Winston, porque respondía a un homenaje a Winston Churchill, Primer Ministro Británico.


Lennon inicia su carrera solista, que sin ser brillante deja discos y canciones memorables a la paz, el amor y la esperanza. Imagine, Jealous guy, Woman, Happy Christmas o Mother son algunas de ellas.
En 1975, nace su segundo hijo, Sean Ono Lennon. Entonces Lennon dice basta: “No intento estar corriendo a veinte mil millas por hora probándome. No quiero morir a los cuarenta”. El mundo de la música le había robado ya el disfrutar de un hijo. Decide dedicarse a criar a Sean. Se aleja de la industria musical. Cuelga la guitarra por cinco años, y en ese lustro jamás la acaricia, según sus propias palabras.

Cosas del destino, Alfred Lennon abandonó a John cuando éste tenía cinco años. El músico, a su vez, se enamoró y dejó de lado a su primera familia en 1968, cuando Julian cumplía cinco años. Sean también perdería a su padre a esa edad.
Lennon vuelve al ruedo en 1980 con un disco doble: Double Fantasy. La crítica es buena y el músico está feliz,en plenitud familiar y profesional. Pero el desenlace no fue justo. La tarde del 8 de diciembre, firma un autógrafo a un fan. Se lo firma en una copia de su último disco, y le pregunta a su admirador si necesitaba algo más. Mark David Chapman responde que no. Pero se queda merodeando en los alrededores del edificio.


Lennon vuelve del estudio al anochecer. Chapman sigue allí, pero John no lo ve. Chapman grita: “Mister Lennon”. El músico se da vuelta y recibe cuatro disparos mortales: uno en la cabeza, dos en el pecho y uno en un brazo. Camino al Hospital Roosevelt, un agente de policía le pregunta si era John Lennon, “el de los Beatles”. Con un débil “Yeah”, la misma expresión que lo había llevado al éxito en los sesenta, se despide del mundo. Sobran las paradojas en la vida y muerte del hombre que luchó por la paz, aún habiendo nacido entre misiles. Se fue a los cuarenta años. Como él no quería. Como nadie quería.

1 comentarios:

Marines Ana Bid dijo...

hola,esta buena la entrada también,como la que leí antes,porfa visita mi blog...:D

www.elespaciodelafantasia.blogspot.com

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